EL DÍA APARECIÓ como con punta fina
picoteando uno a uno los poros de las horas
en donde se transpira frío e impaciencia
y es mejor ubicarse lejos de la quimera,
lejos de los escombros de la nada.
Aletargar en los retratos vivos
las pálidas imágenes que anuncian el olvido.
El blando viento de los sucesos predecidos
se agolpa en remolino
sutil, en un espacio intrínseco desposeído.
Manos de agua putrefacta hacia la alcantarilla
y uñas de necedad que perforan la memoria.
(GALERIA INSOMNE)