Ondulas y escarceas
tu cuerpo, inmenso y soberano.
Tu cuerpo transparente pero impenetrable.
Me meces y me agredes
con todo el enigma de tus aguas,
distantes pero cercanas.
Llamándome:
"Baja,
sumérgete en el cristal
de mi cuerpo danzante.
Ven a conocer a mis Criaturas".
Desde este alta mar
que besa tu cuerpo hoy calmo,
me pongo a dudar
entre la tierra que me atrapa,
el aire que me roza
y el agua que me llama.
Te respondo:
"Dile a tus peces y a tus algas,
a tus misterios insondables,
a tus enigmas manifiestos,
que estoy preparando mi camino
para el último buceo"