Me preguntas si te quiero
pidiéndome una razón.
Y no tengo explicación
pa decirte que te quiero.
En silencio el corazón
se va haciendo prisionero
y con vocablo certero
no atina a decir razón.
Pero una dulce emoción
grita por dentro te quiero
y el sentimiento certero
palpita suave impresión.
Es ese amor verdadero,
carente de explicación,
que en transparente ilusión
se mantiene prisionero.
Ese que en sutil pasión,
alberga anhelo sincero,
despertando placentero,
en suave y gentil fruición.
Ese que sin ser primero
renovó con convicción,
trepidante vocación
de entregarse por entero.
Vibrando en febril visión
impetuoso y compañero,
en leve gesto certero
se anida en el corazón.