Llegaste de la nada con tu piel delicada,
con tus labios sabor a miel y sin querer
embrujaste de amor a un joven llamado Gabriel.
Gracias por haber estado en el lugar dónde
nunca había buscado a la dulce muñequita
que hoy he encontrado.
Muñequita, eres la piedra más
bonita sobre
la tierra, y lo único que
quiero es que
me quieras, ya que en
mi vida será
la única y la primera.