Amor, aun cuando no sabia amar te ame.
Aun cuando no te conocía me enamore.
Sin saber si existías, si algún día te encontraría,
sin saber nada de nada me enamore.
Y me enamore de ti.
De tu silueta, de tu mirada, de tus ojeras,
de tus sandalias y de tus mejillas de arrebol.
Me enamore sin conocerte, sin mirarte bien a bien.
Te amo a pesar de todo eso. A pesar de mis fracasos,
a pesar de tus tropiezos.
A pesar de todo lo que se opuso en un comienzo.
Te amo sin más excusas, sin más pretextos.
Te amo porque te amo, porque así es mi mandamiento.
He de amarte a pesar de tus silencios,
a pesar de lo que hagas, y a pesar de lo que siento.
He de amarte, he de amarte con toda la fuerza de este deseo.
Con las angustias de mis desvelos, con tus dudas y tus celos.
He de amarte desde adentro de mis sueños.
Desde el centro de mi alma, desde mis mismos infiernos.
He de amarte así, porque amarte quiero;
porque quiero todo lo que ofrece el cielo.
Y te amare aun cuando ya no sepa amarte,
cuando sea innecesario, cuando ya no este yo aquí.
Te amate a pesar de lo que hemos llamado muerte,
porque te llevo presente en cada poro de mi piel,
en cada suspiro de mi alma, y por cada sonrisa tuya que mire.
Te amare, te amare con la fuerza de mis penas,
con las vidas que he vivido, con toda la angustia de mi ser.
Te amare, te amare.
Te amare así, porque no encuentro otras maneras
de ya no amarte,… aunque quisiera.
Porque todo lo que quiero es amarte,
amarte así.
© Armando Cano