Un colosal viento blanco azota el alma,
Y se lleva ,con el ,las raíces de un amor,
Amor que fue ciclón ,tempestad y calma
Limón y miel ; apetitoso dulce amargor.
Quizás la trama de una quimera
Que dentro de cualquier pecho anido.
Quizás el reto de la desventura aventurera
Que por ser tan joven y niña, nunca dominó.
Ay amor, amor amor...
Mortecino caminas hacia los que no te quieren
Y no te presentas a quienes ,a voces ,te llaman
Parece que no te prestas a algunos menesteres
Cuando desde la soledad alguien te aclama
más eres la mejor medicina para el recolector.
Recolector de nostalgias,recuerdos y olvidos
Que vende barato en los mercados del comprador,
Recolector de sonrisas,besos y gemidos
Que pierde lo que pierde por ser perdedor.
Cuando un colosal viento arrase la voluntad
Desde el grito callado del dolor
Es mejor entregarse,sin miedos, a la libertad
Aunque ello,suponga perder al libertador.
Antonia Ceada Acevedo