¡Oh, si el tiempo corriera vertiginoso!
Y yo tras el en busca de la desnuda vereda
Que abre paso entre tu bosque, porque ahí
Tenemos una cita, ahí, donde cantan los cenzontles,
Donde el amor es perfume que oxigena el corazón.
Buscándote a hurtadillas bajo la sombra de los árboles
Desnudaré tu alma, deseoso de curar esa algidez
Con el cálido beso que aprisione tus labios,
Y te miraré con los ojos cerrados...embelesado,
Como quien mira al sol cuando mata la negra madrugada,
Encandilado de tu resplandor…luna de mi cielo,
ángel adorado.