Este olor ácido me adormece el olfato
siento entumecida la mente
no se desde cuándo no pienso
Es difícil mantenerse en pie
un temblor me recorre las manos.
¿Cómo es que los miro comer
y quiero tomar la comida de los cerdos?
Camino entre fangos imposibles
y recuerdo cuando dije:
“Padre, dame lo que me toca de la herencia”
me sobraban amigos y mujeres
y se fueron cuando llegó mi insolvencia
ahora se me apetece lo que está en estas bandejas
pero ni siquiera eso tengo
¡Si me dijeran “puedes tomar”!
Alcohol, gula y desenfreno
Abrazos y susurros de mujeres sin rostro
todo se fue con el carnaval del gozo
No tengo baño hace mucho tiempo
habito una gran noche todo el día
y una luz espesa y fría me entra por la vena
entonces floto y me río tonto
deambulo perdido por esta gran chanchera
Ya no veo rostros, ya no tengo amigos
duermo entre residuos y rastrojos
las voces son gruñidos de cerdo
Entonces medito:
“¡cuantos jornaleros de mi padre tienen comida suficiente
y yo aquí me muero de hambre entre los cerdos!”
caí a este abismo, pero este no es el hábitat de un hijo
en mi casa tengo pan, perdón y abrigo
Regresaré sobre estos pasos putrefactos
Dejo esta muerte y camino hacia la Vida
le rogaré que me reciba
aunque no merezco trato de hijo.
No sigo más girando en esta náusea maldita
tumbado en este fango apestoso,
cara al cielo miro a las estrellas y digo:
“tengo que volver a mi Padre”
y ya emprendo el camino.