Bastaría con dedicarme
un día más...
para hacerte ver
que me estás matando, mi cielo.
Dime porqué no sientes
nada al mirar,
mis ojos que lloran
tu dulce recuerdo.
¡Qué triste es saber
que me he de resignar!
¡Qué triste es todo
lo que me conduce al sufrimiento!
Me gustaría que mi corazón
no pudiera sentir más...
y tus palabras se borraran
para siempre de mi pecho.