Si pudiera darte una noche como ésta
en que sólo me acompaña el aire que respiro,
los aullidos de los perros
y un susurro lejano aquí en mi oído;
en que divido en sílabas
la palabra:
so-le-dad…
cuando reposo en mi cama
sobre las cobijas
que no he movido, están en el sitio
tal, como las dejé hoy en la mañana,
si pudiera darte esa noche…
--no habría ningún motivo para recordarte-