Sí no quieres hablar decirlo has de hacer.
Sí no queréis sentir sólo profesalo.
Si crees que callando no me has de lastimar, solo diré que el silencio es una fría soledad.
Mala compañía, solo comparable con el débil sonido del hacha del verdugo antes de cortar.
A silencio solo me quieres dar, pero he de decir que agarrado de la mano con su esposa soledad está.
Prefiero el veredicto de tú jurado o corazón como lo prefieras llamar, antes que el silencio de lo que sientes que debes callar.
Caigo, caigo en el vació de Soledad, empujado por su esposo Silencio quién tú me has querido mandar.
Caigo, caigo y no siento que debajo de mi haya algo que me pueda salvar.
¡Que caída tan larga me quieres dar!
Llevo meses cayendo sin ningún atisbo de libertad.
Ya entiendo un poco mas a Silencio y aun mas a Soledad, te doy las gracias por mandármelos ahora se que mejor compañía no me pudisteis dar.
No hablan mucho pero a diferencia de ti escuchan todo lo que en mi corazon esta.
Les grito y mis palabras resuenan en Soledad, Silencio se pone Celoso y se va pero cuando callo para mi siempre está.
¿Dime sí acaso el otro te puede dar lo que Silencio y Soledad me quieren brindar?
¡Ja! gracias a Dios ellos conmigo siempre están.
Y cuando arrepentida estés por lo que dejaste pasar yo te haré el gran favor que tu me quisiste dar y te mandare a mis queridos amigos, Silencio y Soledad.