Ya están marchitas esas rosas que me enviabas,
una a una recibía cada dia,
pero al querer mis manos retenerlas
esas rosas, de mi vista desaparecían.-
Perfectas rosas que en mi alma yo guardaba
rosas rojas, sin aroma, sin espinas.
Tanto tiempo alegraron mis mañanas,
hasta su aroma parecia que sentía !!.-
Pero aquél dia recibí solo una,
entendí,...... era la despedida.-
Por eso, quedó guardada en mi memoria
la última rosa que de ti recibiría.-
Y cuando veo rosas rojas, te recuerdo
si tú supieras, que bien me hacían!!
No habrán rosas tan hermosas como esas
rosas rojas, sin aroma, sin espinas.-