Con tal de no morirme, sueño…
Y el sueño es muerte,
Porque muriendo busco
Soñando estoy muy pardusco
Con flaquezas y esas cosas…
Avellana, flor de la dureza
Como el tacto de tu tronco
Fuerte, con amplios arroyos y ríos
De grandes oleajes
Cascadas inmensas de sangre
Como el rojo amanecer de la lluvia
Primordial el fruto de tu corazón
Llena, tan llena de vida
Atraída a lo oscuro, flor…
Manda más, poderosa…
Con tal de no morirme, digo
De ti, ¡tú!, trébol suertudo que dio la luz
Yo, triste y perdido por un olvido
Mira que camino, no hay otro remedio
Nada alivia, sin duda
Que vivo porque me muero
Y con tal de no morir, quieto…