nelida anderson parini

DE TUS LABIOS BEBÍ, CASI SIN DARME CUENTA.

Así sin presentirlo,

casi sin darme cuenta…

Y yo sin consentirlo

y tú con la insistencia.

Tu voz palabra lenta,

de suave consistencia,

llegó para decirlo,

despacio, con prudencia…

Recuerdo tu mirada

serena y desprovista,

que palpitando indultos

a hablar de amor te urgió.

Y yo que te escuchaba,

silente y realista,

que presintiendo nada

del todo enmudeció.

Tu rostro examinaba

como dando revista,

aguda y despistada

raptando mi atención.

Recuerdo que temblabas

de amor enternecido,

implorando del cielo

su santa intervención.

Recuerdo me mirabas

con dulce colorido,

soñando con revuelo

astucia y convicción.

Dijiste que me amabas,

semblante conmovido,

trepidante en anhelo

tu voz lo pronunció.

Y así sin consentirlo

y acaso sin pensarlo,

sellaste con un beso

ternuras de éste amor…

¡Amor desprevenido!

Amor suave y travieso,

sembrando de alegría

las horas de temor.

Quizás fue tu dulzura

no sé, no lo recuerdo…

O fue cual poesía

de mágico esplendor…

Lo cierto es que el momento

se fue corriendo lerdo

y en tus labios rendida,

bebí néctar de amor…