Ríe, juega, salta y siempre me acompaña,
y sin importarle se sienta a mi lado, y con su mirada calma mi dolor.
Regala su tiempo y conversa hasta alta hora de la noche,
y vela toda la noche aunque ya no
este con ella.
Ahora cuida de sus nietos, y les canta las misma canciones
que a mi me cantaba.
Es la mujer que me dio la vida y me enseño todo
lo que se y gracia a ella soy lo que soy;
a la que no le importa si hace frió o calor, esta conmigo siempre.
Ella es la madre que a sido mi amiga y en quien
confio porque es mi fiel compañera.