Soledad, mi tierna Soledad.
No te encuentro, no te veo,
no he sabido donde estas.
Soledad, soledad.
Tú, mi eterna Soledad.
Llena ya este vacío
que dejaste un día al partir,
devuélveme el calor de tus veranos,
lo turgente de tus senos,
y tu voz angelical.
Soledad, no me abandones,
no me traiciones,
no me dejes...Soledad!
© Armando Cano.
13/VIII/2012.