En una cruda tarde de frío invierno
mi alma solitaria se reclina en un balcón.
Al mirar el horizonte, mi alma se queda
colgada en el tiempo y
la nostagia necia se apodera de mi
Me lleva consigo a una tarde tibia
de un día de abril.
Entonces me pregunto si
en la legania "EL" se acuerda de mi
como aquella tarde.
Me mira de frente me dice sonrriendo...
sueaves tus cabellos, teirna tu mirada,
dulce tu sonrisa.
Sierro "YO" los ojos siento que sus dedos
rosan mis mejillas sus labios temblorosos
buscaban mi boca las hojas se agitan
la realidad celosa me toca el hombro
me obliga a despertar..
Rosalinda