Diaz Valero Alejandro José

Chequeo Médico (Humor)

Como he perdido parte de mi juventud

que se fue con mi etapa primaveral,

me dirigí a un centro de salud

a realizarme un chequeo general.

Tuve que librar una lucha campal

porque fueron muchos los pacientes

que esperaban atentos y silentes

a que les hicieran, chequeo igual.

Cuando llegó mi turno ya al final

sentí un dolor casi coronario

cuando me dijeron que lo honorarios

eran de unos cuatrocientos,

que pagué con dolor en el momento

con los intereses que me dio mi fiduciario.

El médico con recursos muy precarios

no tenía ni estetoscopio ni paletas,

me acomodó en una vieja silleta

que casi me rompe las costillas

y luciendo su bata blanca, ya amarilla

me dijo usted luce muy mal;

debe venir con frecuencia mensual

para que pueda lucir de maravillas.

un poco molesto me levanté de la silla

dando por terminada la consulta;

y allá abajo me esperaba una multa

por vehículo mal estacionado;

además de un caucho desinflado

y un rayón en la puerta que de forma brusca

alguien me hizo de un portazo

además de la llave de cruz y el gato

y algunas otras herramientas

fueron robadas de la maleta

que me habían costado no sé cuánto.

Conté hasta cien y otro tanto

a ver si la rabia me pasaba

y les juro que mientras más contaba

era más grande la ira y el quebranto

y si no reventé en profuso llanto

era porque la gente me miraba

y me tuve que ir como si nada

a escribir esta historia que hoy relato.


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