Yanquiray

***InspiraciĆ³n***

La inspiración no muere,

Solo duerme, descansa,

Porque el mañana raudo viene,

Vestido de terciopelos y engalanado,

Caminado por doquier,

Fugas y rápido.

 

Entonces ella se viste de seda,

De lino fino  y porcelana,

Teñida de sangre real,

Florece al alba,

Vestida de otoño y primavera

Renace, cual ave fénix.

 

Se alimenta  de añoranzas, recuerdos,

De vivencias, sueños y esperanzas,

Que se vuelven perlas o navajas,

A medida que se  hilvanan,

Como hilos de seda,

Cobijando las miradas.

 

Recorren como sangre,

Las venas del alma,

Dando forma a esos sentires,

Que han nacido o que han perecido,

En el alma de cada poeta,

Destilando, como gotas de roció.

 

Vuela la pluma,  rauda,

Impregnando cada sentimiento,

Entonces, la inspiración ha renacido,

Y vuelve en todo su apogeo,

Para quedarse plasmada,

Entre versos y prosa,

Para el deleite de nuestras miradas.

 

Ya, no es solo inspiración,

Son letras plasmadas,

Que cobran formas, según nuestras almas,

Y cobijan o seducen, estos sentires,

Cada día, cuando nace el alba,

Y al anochecer...

Oh en el ocaso de la vida.