En el corazón tengo
un equipaje viejo
repleto de recuerdos,
emociones, deseos…
Tatuados los placeres
que me hicieron tus manos
en noches de desvelos,
cuando me hice mujer
al dar mí amor primero.
Tejidos los pañuelos
que alguna vez sirvieron
para secar mis lágrimas
si me dabas consuelo.
Tus abrazos de invierno
que abrigaron mi pecho;
las risas, las caricias,
los juegos y los besos
que compartimos, trémulos,
de apetitos inquietos.
La lluvia, los olores,
las estrellas, la luna,
el sol, la noche, el rayo
y el retumbar del trueno,
que fueron techo, cama...
testigos silenciosos
de nuestro amor intrépido.
De los tiempos lozanos
en mi equipaje viven…
en mi equipaje añejo.
Autora:
Amelia Suárez Oquendo
Amediana
14 de agosto de 2012