LLUVIA DE LÁGRIMAS SOBRE LOS OJOS DE AMÉRICA LATINA
Homenaje a los niños periféricos
y a la lumbre que los abriga
Primera parte
Solo como ayer en la tarde de ahora
te recuerdo entre las lágrimas de una llorona
que llueve sobre los ojos de América Latina
y pare en sus manos las flamas culturas
porque es falsa la historia escrita
mentira tu vida
sobre la que borran y escriben dichosas ironías
y llena de gracia me sufres cada mañana
cómo quieres que te olvide tierra brava
si con un beso me arrancas la muerte
y con otro me otorgas la vida
dejando que resucite en las vasijas de las minas
imaginarias paredes y truncados sueños
impides escapar de tu tierra
cuando me atrapas con tus fronteras
vigilada por los cuervos
que viven de tus laderas
América Latina
con tus pulmones
desesperado busco la revolución a ciegas
en lo más oscuro de la pasión humana
surgiendo el mito del Che por la marcha que llamas
se va solitaria por los chasquis de tus venas
estas en el alma de los niños
que luchan contra la lluvia
cuando les arrancan sus refugios
a nombre de la democracia
errante de tu propia nación ajena
eres un continente de propaganda
mangares de alto consumo
que no nutren a otras almas
soberanía es tu nombre en mi sangre
bala fusil y pecho
son las manos de tu madre
grito llanto y coraje
son las huellas de tu padre
vagabundo de la furia perdida en los solares
te llaman Patria cuando tus manos no fallan
para heredar la suciedad de la sociedad ociosa
y la ignorancia de la sotana maliciosa
te llaman democracia cuando te roban el hambre
para regalarte desgracias por una limosna
y engullir hasta la saciedad
toda tu sangre
eres mendigo de plaza grande
que se sujeta al aire
con una ilusión tormentosa
que los periódicos te deshojan
verde mala yerba imperialista
no la toques no la uses no la mires
porque de verde le visten a la miseria
con un tinte de esperanza
que la televisión lo explota
verde es el resultado del golpe
el golpe es el resultado de la traición
traición es el resultado del sueño americano
y el sueño americano
es el sello de la maldición
la muerte vigilante escoge a sus residentes
los lleva por la vida eterna
que la historia la tiene
y hace que el olvido
solamente los recuerde
tu moneda es el dedo del sol en la luna
no el rostro de las estrellas malditas
tu orgullo es la tierra bendita
que alimenta a toda la tiranía
solo como ayer en la tarde de ahora
mi vieja recoge flores en el horizonte
deja desnudo al campo todas las noches
para que dancen los truenos de los dioses
clava el azadón para que nazcan nuevos seres
y sea el sudor de los bueyes que transforme tus sienes
con toda la potencia que los volcanes tienen
para estallar la revolución
en las fortalezas de los dioses
solo como ayer en la tarde de ahora
el huracán silba en las zampoñas
danzan las negras jugosas
en los valles de los grilletes
anuncian con el polvo de sus labios
la libertad que te tienen
ejército revolucionario
paren solos los pobres
a escondidas de la contaminación
que nace de aquellas voces
solo como ayer en la tarde de ahora
alimenta tu rebeldía
el dolor de las llagas
que brotan de esas espaldas
enclavadas en la miseria
con la caricia de las espinas
que un pecado siembra en las esquinas
rasguñan entre tus ojos
el futuro de las armas
esos niños de acero
que se funden en las plazas
salpican a los lagos
las ondas de sus remembranzas
elevan tus alas
con el soplo de los cráteres
dibujando un arco iris
con la luz de sus miradas
cosechándote libertades
como una inmensa lluvia de lágrimas
sobre tus ojos
América Latina…
VICTOR ABEL NIQUINGA RUIZ.
2000-I-7