Mordí tu boca,
obsesionada por conocer
el metálico sabor de tu sangre.
con mi beso
Y fue el naufragio,
mi perdición y mi embeleso,
la locura exquisita
de morir en un suspiro
el de tus labios, con mis labios
unidos,
pasional abrazo
en cóncavo y convexo.
Posesa de vos y de tu cuerpo,
ausente los controles de la razón
fuera de mi el equilibrio.
Hipnotizada por el péndulo
adornado al oro de tu cadena
Van mis labios a ti,
cadencia de las notas,
melodía que rasga el silencio,
en la noche de los tiempos,
subyugados los ojos a los misterios,
desnuda de piel adentro
me visto de deseo para ti