*Pingüino*
Que hace un crucero tan grande parado sobre el hielo
con la adarga de martillo de obrero y la hoz de segar,
lleno de extraterrestres amarillos con aparatos de luz
esos que hacen parpadear a mis ojos con los reflejos.
*Hombre*
Te pareces con tu lisa figura a un pillastre de etiqueta
gozoso come peces que vives sobre el mar congelado,
agrupado en rebaños calentando los huevos para criar
la hoz y el martillo del escudo son enseñas del obrero.
*Rompehielos*
Soy el más grande rompehielos de la Marina Soviética
estoy varado sobre la banquisa para estudiar tu casta,
las personas de amarillo son mis más fieles marineros
son los científicos que retratan tu lechuguino plumaje.
*Pingüino*
¿Vosotros os reproducís incubando huevos en las patas?
con la piel tan dúctil el despiadado invierno os truncaría,
aunque virtualmente os amparéis en este huevo gigante
alejaros de mis níveos territorios humanos presuntuosos.
*Hombre*
Porque suspiras mefítico agorero de la ventisca perenne
la banquisa no tiene dueño y no pertenece a tu especie,
aunque el Dios de los pajarracos os deje reproducir aquí
los científicos somos los supremos dueños de esos lares.
*Rompehielos*
Cuando las fuertes hélices roten con su suprema fuerza
el hielo se romperá como si cortase lardo de oso blanco,
atacando mi rompehielos con clase tu soberana esencia
hasta apartarlo de la banquisa del palmípedo inteligente.
*Ensueño*
Críspulo Cortés Cortés
El Hombre de la Rosa
15 de agosto del 2012