Langostas mugen
en urinarios rebalsantes,
lloran trementina,
abriendo los mil párpados
multicolores de la fantasía.
Oh padre caos que lloras
en este universo membranoso,
la epifanía rasguña los sentidos,
el dejavu abre su puerta astral,
la clarificación es ozono en los huesos.
Jonathan Benavente