Tengo la esperanza
de ir a la laguna
a ver garzas blancas
aunque sea una.
Son altas y esbeltas
como las palmeras
y alegres vuelan
allá en las riberas.
Lucen elegantes
su traje almidonado
y su cuello planchado
se ve muy radiante.
Adiós Garza blanca
nubecita de plumas
te veré a distancia
en la vieja laguna.
Alejandro J. Díaz Valero