Erika Mendoza

La chica que llora en silencio

Como un árbol que mece sus ramas en una noche triste de otoño,

como un pájaro que emigra en tiempos de sequia,

como una madre que por vez primera concede el milagro de la vida,

como un pez que sacan de la pecera para que nade en el agua dulce del rio,

como una enamorada por su amado abandonada,

como un niño que juega a construir castillos en la arena,

asi también la chica parece ser una chica normal que ama, que sueña, que canta, que ríe y juega como cualquier pequeñuelo y que es tan fuerte a la vez, pero,

la chica llora en silencio.

 

Algunas veces se le ve a la chica florecer y sus hojas brillan de alegría ante los rayos maravillosos del  majestuoso astro rey, deja salir su contento como perfume de flor al amanecer.

 

Otras veces se le ve a la chica marchitarse como se marchita una flor que nadie ha cuidado, que a nadie le importa, que todos han dejado.

 

Sea de una o de otra forma, la chica llora en silencio, para que nadie la vea, para que nadie la juzgue, la chica que llora en silencio esta sola.

 

Como un hombre que aprisionaron siendo inocente, así es el vivir de la chica que llora en silencio.

 

Y La chica que llora en silencio quiere gritar,

 

y La chica que llora en silencio está cansada de callar,

Tiene un nudo en la garganta ya no hay lágrimas en sus ojos,                                                                              se han secado sus pupilas, la chica muere de desilusión.

 

Cuando encontrará sosiego?

 

Cuando volverá  la ilusión del nuevo día?

 

Cuando volverá a su corazón un buen amor?

 

Ella solo necesita a su lado compañía, para su pecho un abrazo,  y una caricia en la mejilla.

 

La chica que llora en silencio, debe partir y volver a empezar, vaciarse de todo, llenarse de si.

 

Su llorera no deja de asfixiar, su mente se aparta cual se quiere aberrar

 

La chica que llora en silencio no deja de llorar.

 

E. Mendoza