Entre olores de hospitales,
y ruidos de ambulancias
se oye el quejido de una joven,
que sollozante y temerosa
aproximándose va
a la sala del hospital.
Lleva consigo en el vientre
el gran milagro de la vida,
ella toda temerosa y cohibida
¡piedad! grita,
pidiendo por sus vidas.
La hora ha llegado,
todo es un alboroto
el padre vive en silencio
la dulce agonía de la espera.
En el silencio tenue,
que cubre las frías paredes
del hospital,
allá a lo lejos
se escucha el dulce llanto,
del pequeño infante
ya nacido.
Al padre se le acelera el pulso
su corazón late a ritmo del amor,
¡mi hijo ha llegado!
exclama emocionado,
abraza a uno y abraza a dos.
Toma a su esposa en brazos,
la cobija en su regazo
un beso posa en su frente,
hoy con pasión ardiente...
gracias te doy amada mía.
Una vida a llegado,
trayendo consigo...
esperanza, amor y paz.
¡FELICIDADES A TODAS LAS MADRES!