No soy libre ni de broma,
Las pasiones muchas veces
Se confunden en los pasillos
De este oscuro laberinto,
Donde moran las auroras
Y hecho quarzo los deseos
Se abandonan en el limbo.
Y cuando mi lado humano
Se retoza en la costumbre,
La fe dándome la espalda,
Solo espera mi regreso
A una vida que es verdad
Con sus luces y sus cielos,
Con sus noches con sus velos
Con su luna y su deidad.
No me presto a un mal destino
Aunque me hunda en sus caminos.