La brisa de las tardes
traen a mi mente recuerdos de antaño ,
cuando correr en el campo verde abierto ,
era todo un placer ,
las aves nerviosas se levantaban en vuelo ,
y mi imaginación cabalgaba en ellas ,
deseando ver hasta donde llegaban ,
esos tiempos los traigo bien en el fondo de mi ser ,
era un niño con la creación
y la sonrisa del Creador ,
que se goza del juego de los niños .
Hermanos viajemos al campo ,
las veces que podamos ,
ahí nos está esperando una paz espiritual ,
que pocas veces se encuentra en las ciudades ,
aunque usted las viva en su ser ,
fácilmente nos contaminan y caemos en las prisas ,
que no se sabe a donde nos llevan .