Tengo frente a mí, la luna y su atracción al mar,
empaña mi vista, pero insisto en esperar el sol
porque tu apareces siempre con él, sobre todo con mas luz.
y más bellos resultan tus ojos con su propio amanecer
y su alborada infinita estrellada en los meridianos más fríos
de mi corazón que los ha adoptado para hacerlo auroras.
Gracias a ti en este planeta rojo vital y propio
hay otoño y primavera, y nunca mueren flores,
como calor hay en invierno, se acuna lluvia en la curiosidad del viento…
…y también hay Carmen, una nueva estación,
una forma nueva de ver brillar los días.
En ella se concentran las maravillas ocultas de todo lo que pueda ser amor.
es paraíso,
si yo fuera verano la amaría, y así existiría mi calor únicamente para su frio,
o si fuera oasis dedicaría cada gota de mis aguas cristalinas a su arcoíris…
…como olvidar que al final de esas bandas de color sonante existe una sonrisa.
Tengo frente a mí, la luna y su atracción a mis únicos ojos de paz
y su marea propia que se agita por el recuerdo de ti que me regalo un día el ocaso,
fue ahí que me di cuenta que en tu mano una rosa, no sería mucho,
pues ni siquiera hay suficientes en el mundo, y si la hubiese algunas vez
agua les daría, abono, y quizás les cantaría, y sembraría una más cada minuto
para que no se acaben ya.
Gracias a ti
es que puedo darte las rosas que le han nacido de tus huellas
a este planeta rojo vital y propio.