Que eterno es el tiempo …
cuando no estás,
busco tu cuerpo caliente,
y sólo encuentro sábanas frías.
Ruego a ese Dios Clemente,
que sea piadoso
que mañana despiertes
nuevamente a mi lado.
El día tortura mi mente,
te busco y no te encuentro,
sólo mis pensamientos
hacen saber a mi alma que eres verdad.
Estarás en la noche,
acurrucada junto a mi,
alegrando mis tiempos,
apaciguando mis vados
Esperaré a que el día se aleje,
y rogaré por una noche más,
a ese Dios Clemente
que juega con almas inocentes.