Oh mujer que con tus diestras manos
conviertes a la lana en finos hilos
y tu huso va girando sin parar
como gira la ruleta del destino,
como gira un torbellino en alta mar,
como gira la tierra en torno al sol.
En tu falda la lana está extendida
con destreza tus dedos la escarmenan
separando espinas y semillas
de cadillos ortigas y punaces
que el carnero travieso recogió
del potrero y la cerca en su andar
Hilandera hija de Mama Ocllo
heredera de mi raza ancestral,
es tu copo de lana tu bandera,
que baila al son de la canción del viento
cual emblema flamea victoriosa
en el mástil de tu noble corazón.
Hilandera que en las heladas punas
con tu rueca a la cintura vas hilando
y en tu quipe cargas el fruto de tu amor,
vas cantándole canciones infantiles
mientras que pastoreas tu rebaño
en hermosos y verdes pajonales.
Hilandera huraña y solitaria
¿qué sería sin ti, qué sería?
Sin el costal, el poncho, la frazada
el pañolón , el rebozo, la talega
la faja, la alforja fiambrera
y la llurimpa que abriga tus caderas.
Al contemplar el cielo por las noches,
te veo con tu rueca y tu piruro,
¿para quién hilas mujercita hilandera?
Ah, es para el poncho sagrado del Señor,
de la mano de un ángel estás hilando tramas
de blancos copos de nubes pasajeras.
José Eugenio Sánchez Bacilio (jesbac)