En silencio me encuentro, como siempre,
Tengo frio, miedo y angustia,
Tantas cosas que a través de las ventanas de mi rostro tengo que ver,
Sin saber porque tienen que pasar,
El frio de la soledad atraviesa mi piel,
El miedo de mi ser se apodera,
Y la angustia por tener que callar me hiere,
Y aun sin querer la lluvia empieza a caer en mi cara…
Donde quedaron los días sin preocupaciones,
Donde se fueron las alegrías,
Donde encontrar mis juegos, las ilusiones,
Que el mundo me prometió a mi llegada,
Como saber dónde encontrar la magia de mi niñez…
Cada día doy gracias al señor, de la mano del corazón,
Por un amanecer más, por abrazar al sol,
Por ver caer el atardecer y contemplar la luna con ilusión,
Platicar con ella, contándole mis sueños,
Mis errores, sin sabores y todo lo que me ha causado dolor,
Cierro los ojos hasta que llegue el alba, esperando un mundo mejor…
Abandono mi cuerpo por un instante,
Para perderme en la obscuridad de la noche,
Iluminando mí caminar con luces de colores,
Volando sobre los árboles,
Derrumbando las barreras que a ser feliz me impiden,
Hasta sentir al mismo universo elevarme,
¡Mágica sensación que a mi vida llega!, donde es libre mi ser,
Y donde nada ni nadie puede derrumbarme…
Es cierto que en ocasiones, me pierdo,
Y la triste realidad se mete en mis sueños,
Lucho con fantasmas y animales que tienen veneno,
Y sé que son las injusticias que en mi vida encuentro,
Mas sin embargo puedo vencer mis miedos,
Y despertar con optimismo en un mundo nuevo,
Olvidando del ayer los malos momentos,
Y seguir saboreando los bellos recuerdos,
Nuevamente me posiciono en mi templo,
Para que a través de él pueda respirar y disfrutar de lo más bello,
A través de las ventanas de mi rostro,
También veo, la naturaleza tan hermosa que tenemos,
Seres de luz y buenos sentimientos,
Que dan razón y motivos para seguir luchando por lo que quiero…