No desencadeno el sueño de mi almohada
hace frío y nuestras texturas se congelan,
formas cóncavas y convexas se acomodan
y las hormonas descansan en la alborada.
Intentas levantar besos de enamorada
pero detengo los minutos que aligeran
los maravillosos instantes que liberan;
Pronto será otoño y no habrá enramada.
Es necesario crear pausas a veces,
Contemplar de tu iris el brillo primero
Y descender hasta tu paz por las raíces.
No es surrealismo ni amor postrero
Ni la cotidiana vida que adoleces,
Es de tórtolos, quieta pasión por entero.