Tu nombre está en mi boca,
en mi sangre,
en mi espalda;
en mi flaco bolsillo,
en mi noche,
en mi ansia, en mi calma.
En la luz que me alumbra,
en la sombra,
en el agua;
en la corta distancia que separan mis ojos
en el techo,
el espejo,
la almohada.
En el largo camino a lo hermoso
desde el diario trajín al reposo
en mi aroma total,
en mi sábana.
En mi sueño profundo,
en mi fe
en mi alma.
Tu nombre está en mi todo.Y en mi nada...