Lunares
Me los sé de memoria, beso a beso,
caricia tras caricia, los reclamo,
al recorrer tu cuerpo, tramo a tramo,
como un camino de ida y de regreso.
Son gotitas de vino, de embeleso,
amulatadas rosas en un ramo,
erógenos ovillos de un recamo,
aquí y allá los signos de un impreso.
¡Ah, tu cuerpo es un cielo, un pentagrama,
lo abrillantan sus astros circulares,
lo engalanan sus notas en tropel!
Amor mío, recuéstate en la cama
y déjame que cuente los lunares
en la tersa blancura de tu piel.