Ahógate en mis lágrimas y sueña con los lamentos del pudiente
Porque no te alcanzaran los diamantes finos a llenar
Olvídame y recuérdame sin ser algo más que tiempo
Tiempo que nos queda por robar
Aguanta el golpe de las trampas y los escollos que no dan tregua
Pero no te olvides que una vez fuiste diadema
En el pelo de una diosa sin altar
Píntate las uñas de esperanza
Y déjame soñar con tu recuerdo
Pues no ay mayor prestigio para el hombre
Que su esposa tenga el nombre de “verdad”.