En estos momentos tan especiales matizados con emociones encontradas, percibo una paz interior que emerge de tu alma, reflejada en tu mirada adusta y satisfecha por todo lo que has realizado en la santa misión que Jesús te encomendó, siendo tu un ejemplo del amor verdadero e incondicional que se entrega sin reservas por tus semejantes.
Eres la luz que ilumina nuestras almas en búsqueda de su salvación guiadas por tu incansable espíritu de evangelización.
A través de estos 25 años de tan sublime tarea has conseguido con todos los dones sacratísimos que el creador te ha ungido, seguir los pasos de sus discípulos preservando su reino, que en dias actuales ante tantas penurias y adversidades, nosotros sus hijos estamos alejando nuestra fé y alma por cosas superficiales y vacias.
Desde tu niñez te acogiste al regazo de nuestra madre María santísima quien durante tu existencia siempre ha sido la inspiración en tu formación humana y espiritual haciéndote un instrumento portador del mensaje divino de su amadísimo hijo.
Deseo en forma conjunta con todos los que te queremos y admiramos, sigas tan firme en el cumplimiento de tu ministerio y que al paso del tiempo no disminuya la fé y entusiasmo imprescindibles en ti.
Elevo una plegaria al dios por quien se vive para que logres todos tus afanes tan sublimes en tu vida sacerdotal y sigas siendo el faro que ilumine y guíe con el ejemplo nuestras vidas…. Felicidades….