si soy una sombra que te persigue, mujer,
quien es la luz para decidir, cuando estoy contigo,
porque cuando descansas te pierdo con el silencio,
no escucho tus pasos alejarse, ni acercarse, desde ayer…
Si soy la semilla que germina en tus campos majestuosos,
chiquita mía, porque desde ayer, carcomieron mi interior,
herbicidas, quemaron mi corazón, dejándome en el espacio vacío sin tu calor,
ya no fui misterio de vida en tus campos…
Si soy rivera de tus aguas cristalinas
porque vino el hombre a contaminar nuestro destino,
enarbolo palabras que brillaron en tus esperas
y sucumbió mi camino.
Si soy poema en tu memoria,
porque todos ellos peregrinaron en tu horizonte
fueron como ciudades de esas grandes montañas en la lejanía,
siempre pidiendo amor, moviendo sus brazos, como los zacatales al viento.