En el umbral sombrío de una casa cualquiera
un niño ve la lluvia y quiere germinar.
Noches agazapadas en la huella invisible del futuro,
soledades acordes con su ruido
y el trajinar sin fin de agua y hojas cayendo.
Mereceremos aún un toque de café
de la vecina generosa
y el calor de alguna hoguera equívoca
entrelazada de piedad y espera.
Umbral de lluvia y pesadumbre
pocas y muchas en un hogar cualquiera.
(GALERIA INSOMNE)