Anda comiendo el polvo del ladillo que te parta
esa minita en el cuore cuando ponga en el toalé
la fotito dada vuelta de tu cara de galleta
aplastadita, indiscreta y mirando a la pared.
Te zarparon de gilazo, de salame, de careta
te zamparon en la jeta los cuernitos bien frapé
y ahora andas arrodillado como el cura en el convento
como el vivo pacotilla que te fuistes a creer.
Andá haciendo las maletas y ponete como un ganzo
enfunda la mandolina, frecuentate un cabaret
que la noche se te vino como el once de setiembre
cuando cuatro árabes truchos nos movieron el parquet.
Y no hagas un paso en falso, ni busques camorra alguna,
porque un flaco con un duna y mas negro que Pelé;
tiene un fierro, así de grande, para hacerte ver el cielo
por si acaso haces el duelo y de gil queres volver