ROSEMARIE M CAMUS

LA DESPEDIDA...

No pude contar las horas

de aquel día.

La última mirada

trabó con su silencio

las manijas del reloj.

Al cerrar la puerta

percutó un revolver

sobre todos los sentidos.

Una flor se desmayaba

y un sólo sonido...

tu voz que se perdía

en el umbral de mi dolor.

 

 

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