Déjame tocar tu rostro, delinear tus labios,
que en el silencio mis ojos susurren te amo,
no digas nada, déjame contemplarte
porque si el día de mañana dejo de verte
quiero que tu rostro se quede en mi mente.
No estas aquí pero siento tu esencia, tu olor
eso significa que tu cuerpo y alma me pertenecen.
A la distancia le gusta jugar con los corazones
y nosotros, fieles amantes, no somos la excepción.