Al calor de la chimenea
la noche me espía por la ventana entreabierta.
Mis dedos estan escribiendo otra vez.
Se seca la tinta, lágrimas y hojas.
Y ya no pienso ni duele tanto
Al calor de la chimenea.
Sólo de vez en cuando
en las noches vacías
me duermo preguntando
si te necesito o no te necesito.