Yo era un río que bajaba entre abandonos, sin cause
ni un pez cosquilleaba mis entrañas
ningún mar me esperaba
Como el río de mi pueblo iba lleno de ruido entre mis aguas
bravo y musical entre las rocas, rugiendo cuesta abajo
Nadie impedía mis correntadas, mis cascadas de palabras
mi fardo de poses y de rezos
serpenteando, hundiéndome en las grietas de la vida
condenado a perderme subterráneo.
Yo era un río que soñaba llanuras, lagos, océanos quietos
Un día desemboqué en tus aguas
que bajaban por la tarde de mi pueblo
te miré un instante y me entretejí por siempre en tus corrientes
Tu no lo sabías hasta que te busqué para contarte
Entonces se endulzaron mis aguas,
me volví escultor entre tus causes
Oh reina mía de aguas benditas, ¿qué tienes?
que detienes mis desbordes y crecientes
¿qué tienes? que me salvas
y entretejes tus corrientes con las mías
y me vuelves sabio y me vuelves manso
Ahora soy un lago contigo
lleno de pájaros y de flores
Yo estaba para perderme entre las grietas del mundo
Quizá iba a evaporarme entre arenas desérticas
Entonces apareciste con ese aire caribeño
esa tarde bendita de mi lindo pueblo
Ahora que todo parece ser océano, no me dejes
agua de mis aguas, cantarina corriente de mi vida
Ahora que todo parece ser horizonte y playas
seamos las mismas olas
igual que desde esa tarde, una sola corriente.