No se donde estas, ni lo que haces, escondido, prisionero, o tal vez te hayas marchado, al otro lado del mundo.
Gustaría poder buscarte, o que alguien lo supiera, no era para pedirte nada, solo para te ver.
Estuviste tantas veces junto a mí, me regalaste felicidad, me acogiste e me aparaste.
Siento tu falta, es normal, ni quiero pensar que huiste de mí y me dejaste al sabor de la casualidad.
Sola es difícil, seguir adelante, es un no saber lo que se me depara mañana.
Quizá te hice mal sin querer, o te llenaste de mí, no lo se.
Con toda la fuerza de mi mente te llamo nadie me puede oír, solo tu, por eso no desisto, quizá de un momento al otro aparezcas, sin ruido, sin avisar. Todos los días al abrir las ventanas, miro al vacío y te deseo.
Por la noche al ir acostarme, mi ultimo pensamiento es para ti, ven, no demores, estoy en mi limite, siento mis pies que se arrastran, sin ganas de ir a algún lado, sin ti tengo miedo, te necesito, como el aire que respiro.
Tantos años teniéndote no puedo continuar sin ti. Eras lo mejor que tenia y sentía que me guardabas y me conducías, con cariño, siempre llena de luz, alegría y confianza. Por favor, entiendo que tuviste mucho trabajo conmigo, soy inquieta, por veces no pienso, hago y punto.
Me has librado de problemas, evitado, que me lastimara, siempre arreglando lo que parecía imposible, acostumbrada a que así fuera, ahora estoy indefensa, no creo que me abandonaste, solo quieres que entienda que eres mi destino.
Pero yo lo se, por eso no entiendo tu ausencia, nunca te he negado, al revés, siempre dije que eras tu que me ayudabas y contaba siempre contigo.
Tu como Ángel no envejeces, yo si, ven vuelve a mi, por favor, guárdame y ayúdame, mi imprescindible Ángel de Guardia, ¡hablaba tanto contigo! ¡Te pedía perdón por tanto trabajo que te daba! Te mandaba besos, abrazaba te, cuando cogía la almohada y la apretaba contra mi pecho. Desde niña fuiste mi grande amor, aun lo eres, no dudes nunca de mi cariño y gratitud.
Me amparaste cuando de mi terrible accidente, sentí que ponías tus manos, para no morir.
Cuando metida en un depósito de agua resbalaba en el lodo y me cogiste para no ahogarme. En el año que estuve tremendamente enferma, casi cadáver ambulante me devolviste a la vida.
¡Cuantos accidentes has evitado! Solo los dos sabemos, por eso te pido vuelve, te necesito, no me dejes, sola me caigo al suelo y me pisaran. Lo se. Solo están vigilantes que eso pase.
Te espero con ansiedad, porque cuando llegues lo voy a sentir.
Poe favor no me dejes en este mundo perro, para que me hagan mal.
A donde estés, vuelve para junto de mí eres mi salud, mi futuro, mi alegría y mi fuerza. Contigo vendrá, la ayuda de nuestro Dios, sé que vuelves, de brazos abiertos te acogeré, mi Amigo y compañero de toda mi vida.
Oporto, 16 de Agosto de 2012
Carminha Nieves