Estamos comiendo helado en el ocaso,
Le doy una cucharada en la boca,
y mi mano traviesa deja su nariz fría y de blanco,
ella sonriente, no duda y me pega,
A lo lejos, ella ve delfines en las olas,
que con su piel deslumbran la estancia
De naranja se tiñe la tarde,
ella de la mano me toma,
y lento me lleva a la hamaca,
cae la noche y los vientos de verano,
prende unas cuantas velas,
y esa luz resalta su belleza,
la tomo por la espalda y le abrazo,
Por detrás, en el oído le digo como encontré,
El cielo tan solo en un abrazo,
como soy feliz a su lado,
como es de fantástica la noche,
Ella se da la vuelta,
pasa sus manos por mi espalda,
llega hasta mis hombros,
suavemente me besa,
y se duerme mientras me abraza,
No creo haber tenido algo tan perfecto,
no creo mas que en ella,
es tan delicada como una rosa,
y me da impulso como un barco,
quiero que esto se quede por siempre en su mente,
porque en la mía perdurara como este paisaje,
como mi amor hacia ella,
Doy gracias al destino, el mundo y las lejanas estrellas.
p.d: Eres mas que un sueño... pero ya ni las palbras me sirven para decirtelo