Final feliz
Me gusta el reino de mil y un días y sus noches,
en que ogros y brujas apacientan sus temores
y, entre bares y calles, entre besos y lluvia
permiten florecer el amor de dos mortales.
Mal lobo feroz el de los bosques del miedo,
mal dragón azul el del nulo compromiso,
quédense en su cuento de castillo sitiado,
coman a solas las manzanas del veneno
yo quiero darle un ministerio a Cenicienta,
a cada niño pobre un hogar de chocolate,
no quiero ver más corazones de madera
y en la carroza del hechizo echar andar yo quiero
lleno de sapos que bien sepan hacerme un príncipe en mis sueños.
17 08 12