Tu ausencia
cruel y sin piedad
no se deja de merodear
en mi piel inocente
como una sombra
obsesiva e inconsciente
estoy sin luz en mi cama
no me canso
de soñar contigo
cada instante
cada momento
y tu presencia luminosa
y taciturna penetra
mi alma dulcemente
como un soplo de ámbar
y un rayo de sol, tímido y sedoso
que roza y acaricia mi corazón
a través de mi pensamiento