por amor, solamente al amor
buscando una mancha de miel
que radiante brille en su piel
paso sus veranos, pasando el tiempo
acariciando la soledad, transpirándola
y mira cómo se van escribiendo
nuevas historias de lo que creía
solo existirían en sus sueños
que hasta ayer
solo eran tardes sin mañana
depositadas en su olvidado corazón,
se deja acariciar inesperadamente,
que percibe esa tierna frescura
creando sensaciones sobre la piel
al deslizar en esa sensación
la frescura de la brisa de la tarde
sumergida entre el arrullo del mar
encuentra que está enamorada
así entonces decidió abrir su corazón
con la última ola embravecida
con los últimos destellos de la tarde
en un sueño cadencioso de entrega
y el canto de gaviotas que parten
amar mirando los pétalos caer graciosamente
formando ese delicado manto de tonos rosas
de aromáticos sueños esperados
inicio de interminables noches y días
de soñar viviendo el amor
Ganado tengo el pan… hágase el verso!!!
Quiero que vengas, flor,
desde tu ausencia,
a serenar la sien del pensamiento
que desahoga en mí su eterno rayo
Miguel Hernandez